La reducida participación e implicación de la juventud en el desarrollo socioeconómico territorial es una constante que encontramos desde que, como Grupo de Desarrollo Rural, comenzamos a elaborar planificaciones estratégicas territoriales a mediados de los años noventa.
En este sentido, desde el primer programa gestionado, hemos trabajado para favorecer la implicación y una incidencia efectiva de la juventud en el desarrollo de la comarca, una tarea no exenta de dificultad por la propia situación de vulnerabilidad de este sector poblacional (con altas tasas de desempleo, empleo precario y/o afectado por la economía sumergida), además de por su escasa cohesión social y su tradicional invisibilidad.
Para cambiar esta tendencia y hacer partícipe a la juventud del desarrollo sostenible de su territorio, ADAD ha implementado en los últimos marcos programáticos Leader distintas líneas de trabajo que han contribuido a reforzar la presencia de los y las jóvenes en la esfera socioeconómica comarcal.
Entre esas líneas de actuación podemos destacar el trabajo en red con los equipos políticos y técnicos de juventud; acciones formativas en materia de juventud; encuentros comarcales de jóvenes; elaboración de material de difusión; apoyo a asociaciones de jóvenes o a entidades que han planteado proyectos de desarrollo rural dirigidos a la juventud, etc.
Emprendimiento juvenil
No obstante, sin duda la mayor incidencia de los programas gestionados por ADAD en la juventud se ha gestado en el capítulo del emprendimiento. Los fondos Leader de desarrollo rural que han llegado a la comarca en las dos últimas décadas también se han invertido en apoyar el emprendimiento juvenil (quizás no en los porcentajes deseados, principalmente por el débil espíritu empresarial que aún percibimos en los/las jóvenes de la comarca) o la puesta en marcha y/o modernización de iniciativas empresariales de personas no jóvenes pero que finalmente se han traducido en la creación, mantenimiento y mejora de empleo de jóvenes del territorio.
Pese a todo, aunque el tejido empresarial juvenil ha crecido y se ha robustecido en los últimos lustros en la comarca Aljarafe-Doñana, también es evidente que la juventud aún encuentran grandes dificultades para el emprendimiento y la consolidación de sus iniciativas económicas y asociativas, por lo que hay que continuar favoreciendo políticas y prácticas de desarrollo rural que incidan de forma directa en este grupo poblacional.
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