EL VICEPRESIDENTE DE ADAD, JOSÉ SOLÍS, ASISTE A LA INAUGURACIÓN DE “Ardea Purpurea”, UN NUEVO COMPLEJO DE TURISMO RURAL SOSTENIBLE EN LA COMARCA
También acompañaron a los hermanos López Hernández durante el estreno de su establecimiento el gerente de ADAD, Alfredo Florencio, miembros de su equipo técnico, además de vecinos y representantes del empresariado turístico comarcal.
La Asociación para el Desarrollo Aljarafe-Doñana ha financiado con fondos de la iniciativa comunitaria LEADER PLUS la construcción del complejo turístico rural “Ardea Purpurea”, una iniciativa de los hermanos López Hernández que el pasado viernes abría sus puertas en Villamanrique de la Condesa. A la puesta de largo del complejo asistían el Vicepresidente de ADAD y alcalde de Villamanrique, José Solís, y el gerente de la entidad, Alfredo Florencio, además de vecinos y empresarios turísticos de la comarca Aljarafe-Doñana.
Una arquitectura perfectamente cuidada y respetuosa con el entorno, combinada con una gestión perfeccionista y de calidad y una variada oferta de turismo activo, constituyen la carta de presentación de esta sugerente iniciativa turística, que apuesta por valorizar el alto potencial natural y cultural del municipio sevillano donde se localiza, una de las principales puertas de entrada a Doñana por la provincia de Sevilla.“Ardea Purpurea”, un complejo turístico rural con capacidad de hasta 140 plazas ampliables, dispone de restaurante, 10 habitaciones y 30 bungalow de 4 a 6 plazas, además de zonas recreativas y deportivas, un lago artificial, cuadras para caballos y spa. Y todo ello bajo un sello arquitectónico inspirado en las antiguas edificaciones marismeñas, las chozas, con interiores rústicos y preciosos techos de madera rematados en el exterior con brezo, una de las plantas más representativas del universo floral de Doñana.
La peculiar fisonomía de las edificaciones permite una fusión armoniosa del complejo con el entorno natural en el que se ubica, algo que tuvieron ocasión de comprobar los asistentes a la inauguración del establecimiento, situado al borde de uno de los caminos que llevan a las Hermandades del Rocío hasta la aldea almonteña y que comenzarán a ser transitados en unos días.
