A mediados de julio tenía lugar en Baena (Córdoba) la reunión de arranque de “Liderando Comunidades Locales de Energía” (LICLE), un proyecto de cooperación que quiere "empoderar a la ciudadanía ante la actual crisis energética y mejorar la gobernanza en un mercado en el que las familias invierten hasta el 30% de sus ingresos", explicaba la presidenta de ADAD, Manuela Cabello, en la rueda de prensa de presentación.
Este proyecto, que financia la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y el FEADER de la Unión Europea es una iniciativa de cooperación LEADER que tiene como objetivo promover el nuevo paradigma energético europeo mediante la creación de Comunidades de Energías Renovales. En este sentido, pretende estimular la producción de energía a través de fuentes renovables por parte de la población, ofreciendo así soluciones a la actual pobreza y dependencia energética.
La iniciativa está participada por los Grupos de Desarrollo Rural Guadajoz y Campiña Este de Córdoba (coordinador), Medio Guadalquivir, Valle del Guadalhorce y Aljarafe-Doñana, entidades que actúan en 42 municipios de las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga, en el que habitan 350.000 personas.