Umbrete acogió ayer la primera de las reuniones de presentación municipal de los trabajos técnicos realizados en el marco del proyecto de cooperación LICLE para impulsar la creación de Comunidades Locales de Energías Renovables (CLE) en varias localidades del Aljarafe-Doñana.
Concretamente, los pueblos analizados han sido Aznalcázar, Castilleja del Campo, Olivares, Salteras y Umbrete, en los que se ha llevado a cabo un estudio técnico del diagnóstico potencial y se ha diseñado una hoja de ruta para la aplicación de una Comunidad Local Energética.
Durante la jornada de trabajo en Umbrete, que contó con la presencia de la presidenta de ADAD, Manuela Cabello, se presentaron los distintos tipos de CLE que funcionan en la actualidad, realizándose recomendaciones específicas para nuestro territorio y poniéndose sobre la mesa fórmulas y herramientas técnicas y administrativas que faciliten la constitución de las mismas.
Las Comunidades Locales de Energías Renovables, figuras con poca penetración aún en Andalucía pero muy presentes en otros lugares de España y Europa, representan el nuevo paradigma energético europeo, que apuesta por la producción y autoconsumo compartido de energía eléctrica verde, y convierte o a la ciudadanía en protagonista de la transición energética. Estas Comunidades arrojan, por tanto, importantes beneficios medioambientales, sociales y económicos, y contribuyen a disminuir la pobreza energética y a mitigar el cambio climático.
Un estudio con enfoque de género y juventud
El estudio técnico y la hoja de ruta para la implantación de las Comunidades Locales Energéticas en la comarca se han implementado con un enfoque de género y juventud. Para ello, el equipo técnico ha trabajado sobre indicadores específicos y ADAD organizaba reuniones con equipos técnicos y políticos de las áreas de Bienestar Social e Igualdad de la comarca para conocer la situación real de pobreza energética en el territorio. Tras este estudio de indicadores y sobre el terreno, el estudio técnico, que forma parte de la hora de ruta, pone el foco en la relevante feminización de la pobreza energética en la comarca, un problema que puede revertirse con la implantación de este tipo de figuras de autoconsumo colectivo que representan un nuevo paradigma de acceso más democrático a la energía.
Estos trabajos se encuadran en el proyecto LICLE, que financia la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y el FEADER de la Unión Europea, en el marco del programa Leader de cooperación andaluz. Está participado por cuatro Grupos de Desarrollo Rural: Guadajoz y Campiña Este y Medio Guadalquivir (Córdoba), Valle del Guadalhorce (Málaga) y Aljarafe-Doñana (Sevilla), todos con experiencia previa en la gestión de proyectos de sensibilización y valorización de las energías renovables.