La economía del Aljarafe-Doñana se sustenta principalmente en la agricultura. La generosidad del clima y la riqueza de nuestros suelos, origen de productos agrícolas de gran calidad, son algunas de las principales fortalezas del sector. En la comarca predominan las explotaciones reducidas o minifundios, y en los últimos lustros se ha abierto camino la producción integrada, principalmente en sectores predominantes como el arroz y el olivar, lo que supone una apuesta decidida de los agricultores por el medioambiente y la consolidación de una producción competitiva, saludable y de calidad.
Aunque el Aljarafe-Doñana carece de costas y espacios marítimos (a excepción de los vinculados con el Guadalquivir), sí son de gran importancia sus extensiones de marisma, donde desde hace décadas se ha desarrollado una actividad de marisqueo y pesca estrechamente ligada a los recursos marismeños del Espacio Natural de Doñana. A esta pesca tradicional, sector en decadencia en los últimos años, hay que añadir la existencia de actividades de acuicultura o cría en cautividad de especies acuáticas, que han demostrado una interesante capacidad de generación de empleo y riqueza.
La representación del sector industrial en la comarca es en general reducida y poco relevante para la economía, y su mayor exponente es la industria agroalimentaria relacionada con el aderezo y la transformación de los derivados de la aceituna, el arroz o los productos pesqueros. Al igual que ocurre en la provincia de Sevilla, la industria agroalimentaria es una de las actividades principales en el Aljarafe-Doñana, aunque aún quedan importantes huecos de transformación agroindustrial. Está compuesta fundamentalmente por empresas de pequeño tamaño, aunque existen transformadoras más destacables desde el punto de vista de su tamaño y facturación, como son algunas cooperativas agrarias y otras iniciativas empresariales muy punteras, que están poniendo en valor, tanto a nivel nacional como en el exterior, la riqueza agrícola de nuestra tierra de una manera competitiva y moderna.
La industria del aderezo y la arrocera son dos de los más importantes exponentes del sector agroindustrial en la comarca
Otras industrias representativas en la comarca son las de transformación de productos metálicos, la industria del mueble y sus complementos y las de fabricación de productos de caucho y materias plásticas. Las dos primeras en general se encuentran distribuidas por todo el territorio, aunque la segunda es especialmente relevante en municipios como Pilas. Algunas de ellas poseen una dimensión mediana, con unos mercados más amplios y en constante ampliación, pero la mayoría se centran en el mercado comarcal y la periferia del territorio.
Sin embargo, la emergencia económica en los últimos años la ha protagonizado el sector terciario. En general puede considerarse que la comarca Aljarafe-Doñana tiene una cobertura de servicios y comercial bastante adecuada, exceptuando los municipios cuya dimensión poblacional imposibilita la rentabilidad económica de este tipo de negocios.
Dentro de este apartado, destacar que el turismo es un sector claramente emergente y con un gran potencial económico. Sin embargo, a día de hoy la comarca sigue planteando grandes deficiencias para el desarrollo de esta actividad, como son el déficit de infraestructuras y servicios turísticos, la inexistente planificación turística comarcal o la débil cultura empresarial en la materia. Estas debilidades han generado cierta lentitud en el grado de desarrollo turístico en relación a otros territorios vecinos y del resto de Andalucía.
ADAD ha apoyado, gracias a los fondos LEADER de desarrollo rural, la construcción y/o modernización de alojamientos turísticos y la puesta en marcha de servicios turísticos en la comarca