Hay vestigios en la comarca Aljarafe-Doñana que apuntan que ya en la época de los romanos se elaboraba en esta tierra vino joven y afrutado, de textura densa y color pálido amarillo, y que fue esta antigua civilización, que tanta impronta dejó en nuestra provincia, la que comenzó a fermentar estos caldos en barricas de roble.

No es por eso difícil entender la simbiótica relación que pueblos como Umbrete han tenido desde hace siglos con este producto de la vid, el mosto, una de las principales señas de identidad del territorio. Desde sus tierras agrícolas, preñadas de viñedos, hasta las bodegas y tascas que jalonan su monumental casco histórico, pasando por los más ancestrales usos de sus gentes o sus fiestas más populares, Umbrete ha estado desde tiempos inmemoriales, y sigue estando en la actualidad, estrechamente ligada a la producción y comercialización del mosto, uno de los principales embajadores de la comarca en las cartas de vinos de medio mundo.

Coincidiendo con la celebración de la XXII edición de la Fiesta del Mosto y la Aceituna Fina del Aljarafe, una de las más importantes citas gastronómicas de Sevilla, el Ayuntamiento de Umbrete inauguraba el Centro de Interpretación del Mosto. Un nuevo espacio museístico en cuya creación ha participado el Grupo de Desarrollo Rural Aljarafe-Doñana (ADAD) a través del Programa LiderA (Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y FEADER de la Unión Europea), "un apoyo fundamental, que ha permitido que el proyecto sea hoy una realidad", en palabras del alcalde de Umbrete, Joaquín Fernández Garro.

Antigua bodega de la Familia Salado

Ubicado en una antigua bodega de la Familia Salado, nombre ilustre de la industria vitivinícola de la comarca Aljarafe-Doñana, el museo del mosto ha abierto sus puertas con el objetivo de proyectar el valor turístico y patrimonial de unos caldos que tienen en este municipio, como ya hemos indicado, uno de los máximos exponentes vinícolas de la provincia de Sevilla.

Así lo explica el alcalde de Umbrete, junto a la familia Salado, uno de los principales precursores de la iniciativa. "Entendimos que un producto tan emblemático del municipio, que tanto ha aportado desde el punto de vista social, económico y de empleo, debía contar con un edificio en el que se expusiera el proceso de crianza de la uva en el campo, su vendimia, la transformación, la crianza del mosto y finalmente la comercialización".

Además de la propia recuperación del magnífico edificio donde se localiza, uno de los más importante ejemplos de arquitectura civil de la localidad, y la valorización de elementos propios de la industria del mosto (maquinaria y útiles antiguos, como los que se utilizaban para prensar, fermentar y conservar los productos de la uva), el centro acoge una exposición de paneles fotográficos que muestran las distintas etapas de producción y comercialización.

Un audiovisual sobre el proceso de crianza y cuidado de la cepa, la vendimia, la transformación del producto o el embotellado, completan los recursos que acogen la centenaria estructura de la antigua Bodega de la Familia Salado en Umbrete, un auténtico palacio para los amantes de este afamado caldo del Aljarafe-Doñana. Todo este supone poder "contar con un activo más en nuestro municipio, que cumplimentará la oferta monumental histórico-artística, cultural y gastronómica que ya ofrecemos", indica Fernández Garro.

El mosto es un vino joven que se consume recién terminada su fermentación, y que se caracteriza por su color amarillo pálido y su turbiedad natural, la que proporcionan las partículas de la fermentación en suspensión. Es un vino ligeramente espumoso y afrutado con un sabor muy agradable, que tiene en el Aljarafe sevillano uno de los mejores puntos de producción de Andalucía, aseguran expertos enólogos y las gentes del lugar.