Manuela Cabello, presidenta del Grupo de Desarrollo Rural Aljarafe-Doñana (ADAD) ha enviado una carta a la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, para solicitarle que reconsidere la reprogramación de las ayudas LEADER, para mejorar su flexibilidad y que realmente sirvan de instrumento de apoyo al empresariado comarcal en este periodo de crisis sin precedentes.
En este sentido, la presidenta de ADAD ha pedido una mayor flexibilización del programa de desarrollo rural, cuya nueva convocatoria de ayudas está prevista para 2020, de forma que se pueda “dar una respuesta excepcional y acorde con las necesidades que ahora tienen profesionales, autónomos y empresas del mundo rural, una respuesta distinta y más flexible que la que hasta ahora estábamos dando”.
Cabello ha señalado en su misiva a Crespo que, dentro del objetivo prioritario de la Junta de Andalucía de reactivar el tejido productivo andaluz para hacer frente al actual escenario de crisis, los Grupos de Desarrollo Rural (GDR) tienen un papel fundamental; recordando que el Programa LEADER es un instrumento con más de 25 años de exitosa trayectoria en el medio rural andaluz, que ha demostrado solvencia y garantía en el apoyo a emprendimiento rural y el impulso a la modernización y diversificación económica, especialmente de autónomos y pequeñas empresas.
En resumen, la presidenta de ADAD ha insistido en la utilidad y potencialidad de los Grupos de Desarrollo Rural y el Programa LEADER en una situación como la actual, siempre que se flexibilice la aplicación de los reglamentos y se proceda a mejoras como el establecimiento de convocatorias abiertas; el apoyo al mantenimiento y la creación de empleo, que inyectaría liquidez y esperanza a las pymes; o que se puedan anticipar los fondos sin necesidad de aval, entre otras medidas.
Asimismo, Manuela Cabello ha insistido en el potencial de los GDR como canalizadores y gestores en las áreas rurales de otras ayudas que no se ejecuten en otros programas, una posibilidad avalada por la trayectoria y por la propia composición de estas organizaciones, que aglutinan los intereses de agentes públicos y privados e implementan estrategias comarcales participadas que dan respuesta a las necesidades reales del territorio.